Abel Álvarez

Nacido en el pueblo donde dicen empezó la Reconquista, Gamoneu, el espíritu quesero y de lucha le viene innato. Vivió sus primeros en años en Alemania, donde sus padres emigraron, pero pronto regresó a su Asturias para encontrar la cocina por casualidad. La hayó, se enamoró y se embarcó comprando junto a su pareja Luisa Cajigal la casa del que es ahora su restaurante Güeyu Mar. “Todos los empleados que tuve al principio eran mayores que yo”.

Se declara un enamorado del pescado y las brasas, que maneja con aplomo. “Si tiene un toque más de humo, o está pasado, la has jodido”. En las ascuas cocina sobre todo rey (90% de las ventas, “el plato que todos los clientes emandan”), aunque se mueve según mercado. Le gusta el pescado, pero es feliz acompañándolo, por ejemplo, de unos guisantes de temporada y de marisco, sobre todo de centollo cocido.

En 2016 empezó una marca de conservas artesanal que sigue a día de hoy y que nutre al restaurante. “Es lo que nos da estabilidad durante todo el año, sobre todo en estos años Covid”, comenta.