La presidenta del Club de Guisanderas de Asturias, Amada Álvarez, ha desgranado, en conversación con la periodista y moderadora de FéminAs Ana Vega, la labor de puesta en valor del trabajo de las cocineras asturianas que se realiza desde la asociación. 

“Fuimos las primeras en asociarnos y trabajar en común”. Las primeras, pero siguen en ello porque, como señala su presidenta, “así las cosas salen mejor”. Fue en 1987 cuando, fruto de una conversación informal en el seno de un congreso de hostelería surge la idea de crear un club “en el que reunirse una vez por semana para compartir experiencias y para que las cocineras salieran un poco y se relacionaran”. Y es que, como recordaba Amada, “las mujeres estaban en la cocina pero los que salían a los congresos, a las reuniones de hostelería…, los que eran la cara visible eran los hombres”.

En ese sentido, el Club de Guisanderas ha sido crucial para potenciar “ese momento de interacción social que necesitaban las cocineras”, un punto de encuentro que ha servido para que muchas de esas cocineras hayan encontrado también ahí “ese reconocimiento que era necesario y que es el que te da ilusión e ímpetu para seguir”. Un reconocimiento que, según ha explicado la misma Amada Álvarez, llega no solo para las cocineras actuales “sino también para aquellas todas mujeres que las aldeas se dedicaban a cocinar en encuentros sociales y que son el verdadero origen de las guisanderas”. 

No hay que olvidar que, además de la puesta en valor del trabajo de la mujer en la cocina asturiana, el otro objetivo crucial del Club de Guisanderas es el de la recuperación de la memoria histórica culinaria de la región; y por ello, al mes de su fundación ya empezaron a trabajar en uno de sus hitos: un libro de recetas para recopilar aquellas recetas que se estaban perdiendo. “Un pueblo no puede perder sus raíces, antes éstas se conservaban por el boca a boca, por el saber pasado de madres a hijas; ahora ya tenemos que poner ese conocimiento por escrito”. Un objetivo que desde el Club de Guisanderas mantienen vivo en su propio lema y que su presidenta ha repetido en varias ocasiones durante su charla con Ana Vega: “Los platos del futuro vendrán de las recetas del pasado”,

El futuro se encuentra en el pasado, pero el pasado necesita del futuro para seguir vigente y es por eso que “uno de los temas que más me preocupan -ha expuesto Amada- es el relevo generacional” y cerraba su intervención animando a las nuevas generaciones de cocineras asturianas a unirse al Club de Guisanderas.