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Lucía Freitas: “Ser productora y cocinera me permite recolectar y cocinar en el día”
La vinculación de la cocina con la tierra se ha puesto en valor de nuevo en FéminAs con la intervención de la chef gallega Lucía Freitas y su pasión vegetal.
El impacto de la Covid-19 ha sido importante en la vida de todos, haciendo en muchos casos que nos replanteemos modelos de vida. También se ha dado esta circunstancia en el mundo de la gastronomía. Lo contaba, por ejemplo, Lucía Freitas en la ponencia que ha ofrecido esta mañana en la última jornada de FéminAs, el I Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Mundo Rural: “Retorné a la casa donde tengo el huerto, lo que me ha llevado a pensar los platos desde la semilla”.
Aunque la cocina de Freitas ya hace años que le perdió el miedo a los vegetales, cobra ahora un sentido más circular con esa necesidad de participar en todo el proceso. “Ser productora y cocinera me permite recolectar y cocinar en el día. Es parte fundamental que mis vegetales lleguen vivos a la mesa”. De esta manera, Lucía defiende la necesidad de “poner en valor los vegetales y demostrar que unas zanahorias o unas berenjenas son ya en sí un plato”. A las palabras, hechos. La cocinera gallega ha presentado tres platos basados justamente en tres vegetales, “mis productos fetiche”: cebollas, champiñones y zanahorias. Todos ellos cocinados para resaltarlos porque Freitas en el plato busca “la sencillez pensada, matizada”.
“La gente no está acostumbrada a comer las verduras en las texturas correctas y cuando lo hacen, flipan”. El vegetal se entrona en la cocina de Lucía Freitas también como educación al comensal para quien “no vale comer cualquier verdura”. Se unen ahí su vertiente productora con la gastronómica ya que reivindica el producto ecológico “que quizás es más feo, pero más rico”.
“Es el momento de la conciliación. Estamos en un punto de inflexión”
La pandemia también implicó otro cambio en la vida de Lucía Freitas. “Me permitió experimentar ser madre al 100%”. Algo a lo que no quiere renunciar, ni que lo hagan los miembros de su equipo. Es por ello que los restaurantes de Freitas están ya en proceso de restructuración para poder gestionar esa conciliación.
“Si queremos un futuro para nuestra hostelería, tenemos que cambiar las reglas del juego”. Una responsabilidad que Freitas deposita en empresarios y cocineros referentes para “reeducar a los clientes”. Según la chef, ésta es una tarea urgente y “este es el momento, estamos en un punto de inflexión”. Y lo es para todos, recalca Freitas: “no es solo cosa de mujeres, ellas quieren ser madres, pero ahora ellos también quieren ser padres”.