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Mole negro de Pitu de Caleya. Asturias y México se dan la mano en una cena mágica
Las cocineras de los restaurantes asturianos Casa Telva y El Llar de Viri acogen a dos representantes de la Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca (México) para erigir una cena de confraternización astur-mexicana en la primera jornada de FéminAs.
“No son extranjeras, son de casa, son de las nuestras”, comentaba Viri Fernández. “Cualquier mujer que cocine lo suyo es mi amiga”. Con esta lógica, la del congreso, la jornada del lunes de FéminAs finalizaba con una cena en el restaurante Casa Telva de Valdesoto (Asturias) cuyo título no dejaba lugar a dudas: "Guardianas de la memoria: el reencuentro en Asturias".
En ella, las chefs locales, Yvonne Corral y Sara López, compartían espacio y carta con el tándem de El Llar de Viri (Viri Fernández y Majo Miranda) y Celia Florián y Rosario Cruz, las mexicanas de la Asociación de Cocineras de Oaxaca, “las no extranjeras” que desde el otro lado del Atlántico también apuestan por lo tradicional. “Hemos cocinado en casa. Así nos hemos sentido”, expresaba tras el ágape Cruz justo antes de fundirse en un emocionante abrazo a seis.
Entre ellas habían erigido un menú “de memoria y reencuentro”. Las españolas habían empezado con las croquetas de bacalao y langostinos (El Llar de Viri) y la boroña de queso casín y manzana (Casa Telva) antes que las mexicanas finalizaran el picoteo con un emblema suyo y ya mundial, el guacamole tradicional. La sidra natural de autor Alicia, el Valdeorras y el Rioja fluían.
La cena seguía por cauces que emocionaban: Tomate de Candamos, queso de cabra “y un buen aliño” (El Llar de Viri), calamares en tinta y patata (Casa Telva) y mole negro de Pitu de Caleya (Asoc. Cocineras de Oxaca), plato que unía historia e historias. Los tamales oaxaqueños de chocolate con sorbete de mandarina habían puesto casi el punto final. El final fue el aplauso eterno que recibieron las seis chefs en nombre “de todas las mujeres de la gastronomía”.