Miembros de la Asociación Cocineras Tradicionales de Oaxaca, las mexicanas Celia Florián y Charito Cruz defienden el trabajo de la mujer en todas las cocinas del mundo al recibir el Premio ‘Guardianas de la Tradición’ de FéminAs.

Mientras Celia Florián, presidenta de Cocineras Tradicionales de Oaxaca (México), explicaba el porqué de la asociación, su compatriota y compañera Charito Cruz sorprendía al público de FéminAs elaborando en directo un tamal vegano “típico del Día de Muertos” y, sobre todo, un chocolate (a base de cacao, canela, azúcar y almendras molidas) mediante un metate tradicional. “Si vienes a Oaxaca y no pruebas un chocolate en metate, es como si no hubieras venido”, explicaban divertidas. Los pocos congresistas que pudieron subir al escenario a probarlo en tableta, disuelto en agua o mojado con pan de yema, entendían.

Así ha evolucionado la charla de las dos representantes de la asociación de cocineras mexicanas, que ha recibido el Premio ‘Guardianas de la Tradición’ del congreso por “la labor de protección del legado de lo mejor de las muchas y variadas cocinas de México”. “Doy las gracias por el premio en nombre de la Asociación y en nombre de todas las mujeres que cocinan por todo el mundo, por aquellas que han cocinado para familias, en conventos, en cocinas rurales, en hospitales, en comedores, en mercados… Por todas las mujeres que nos ha restaurado en algún momento de nuestra vida”, emocionaba Florián. La Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca nació gracias “a nuestra empeño y a la ayuda gubernamental”, y lo que en 2015 fuimos 10 se ha convertido a día de hoy en un organismo de 400 personas”, en la que por cierto también hay hombres (apenas un 10%).

Además de visibilizar el trabajo culinario de la mujer y el legado de Oaxaca, la Asociación –explicaban- da cursos y formación a sus integrantes en conservación y transporte alimentario, en seguridad alimentaria y “también damos cursos para saber cómo detectar indicios de violencia de género. Porque sigue habiendo machismo en México”, relataba.

Florián y Cruz han finalizado hermanándose con las guisanderas asturianas -“defendemos el mismo espíritu”- y “vendiendo” su región: “Os invitamos a todas a Oaxaca, la capital de los moles de México por la gran variedad de motivos, aromas, colores y sabores que tienen. El mejor destino gastronómico del mundo”.