Procedente de Chile, pero afincada en Nueva York desde hace doce años, Victoria Blamey se sube al escenario de FeminAS para hablar de la alta cocina no solo como una expresión “artística” sino también como una responsabilidad social.

Victoria Blamey es una mujer viajada. Partió de su Chile natal hace diecisiete años para recalar finalmente en Nueva York tras su paso por Reino Unido, Australia o España. La chef, que estudió historia, confiesa que nunca se planteó la cocina como primera opción laboral debido a que era una profesión ejercida fundamentalmente por hombres en su país de origen. Finalmente, la vocación pudo más y estuvo trajinando entre ollas en varios restaurantes de todo el mundo hasta acabar dando forma a su propio proyecto, Meda, en la estadounidense ciudad de los rascacielos.

Blamey entiende la alta cocina más que como una “expresión del artista” o de disfrute como una herramienta social, que ayuda a transmitir conocimiento, preservar tradiciones, marcar identidad, promover una alimentación saludable, ser responsable con el medio ambiente, y sobre todo, que refleja el momento actual. 

Todos estos aspectos confluyen en los platos que elabora en el restaurante y que fueron mostrados en el congreso de FeminAS. La receta de mejillones, con una variedad autóctona del sur de Chile, con fondo de cebolla, chalotas, puerro, ajo negro, vermut blanco y paprika dulce que elaboró en directo fue seguida de una serie de imágenes de su recetario donde se reflejaba también el uso de la acuicultura en sus platos. Durante la explicación de las fotografías, Victoria hizo alusión a dos mujeres que realizan una importante labor en Nueva York: Lisa Calvo y Brian de Atlantic Seafarm. Ambas han emprendido proyectos -la primera con ostras y la segunda con el cultivo de algas- con un fin social. Lisa pesca las ostras sobredimensionadas para volver a cultivarlas en New Jersey y limpiar sus aguas, y Brian, cultiva algas para que los pescadores de langosta -que en invierno no tienen trabajo- dispongan de un segundo sueldo.

A lo largo de la ponencia, Victoria hizo hincapié en lo importante que es la cocina en una alimentación saludable. “La cocina es casi como medicina, tiene que ser saludable, y nosotros como chefs tenemos que ser responsables del tipo de ingredientes que utilizamos en nuestras recetas. Menos pastillas y más alimentarse de manera sana”. También recalcó la serie de acontecimientos climáticos negativos que están sucediendo alrededor del mundo para destacar la importancia del respeto al medio ambiente y de como desde la profesión se tenía que tomar conciencia. “La alta cocina no es solo para poder disfrutarla sino para insistir en el tema saludable y responsable. Tiene que haber conciencia de poder educar”.

Finalmente, Victoria rindió homenaje a las mujeres de su vida mostrando fotografías de ellas y definiéndolas como unas figuras imprescindibles para comprender la persona que es actualmente. “Se habla del techo de cristal, pero las mujeres nos caracterizamos por encontrar siempre los huecos para llegar. Somos perseverancia, humildad y esfuerzo”.