La ganadera trashumante 

Lucía Velasco fue soldado profesional aunque este dato biográfico es circunstancial para lo que compete. Vaquera de generaciones, a sus 37 años lidera su propia explotación ganadera, preside la Federación Española de Ganaderas "Somos Tierra" y lidia diariamente con 120 vacas, un marido que ayuda y dos niños pequeños. “Las vacas son las que llevan más trabajo”, admite. De familia vaquera y trashumante, Velasco quiere hacer pervivir ese modelo de negocio.

Un modelo que le lleva a estar los seis meses de más frío del año en la civilización –en La Reguera, cerca de Oviedo-, con las vacas en establos y reproduciéndose, y los seis meses más calurosos en Somiedo -arriba en la montaña-, con las vascas pastando libremente, con la familia yendo y viniendo. “Soy mitad del año rural y mitad urbanita, aunque prefiero estar en la montaña. Abajo tengo las necesidades más cubiertas pero a mí me tira el monte”. Libertad que agradece y que disfruta también con sus hijos. “Tienes que conciliar. En la época de montaña, me organizo con mi marido para ver a los niños los fines de semana y en sus vacaciones. Los animales nunca se pueden quedar solos, eso nunca. Pero compaginas”.

Atender al ganado significa caminar diariamente cerca de 20 kilómetros, “pero siempre encuentro tiempo para estar con mis hijos, y hacer mermeladas, pan… La vida en el pueblo, para quien le gusta, es increíble. Solo necesitaríamos estar un poco mejor conectados”, reclama. Para ello, para revindicar, para defender el papel de la mujer en el sector primario y luchar en la conservación de la tradición trashumante, Velasco ha sacado el tiempo para estar al frente de la Asociación Ganaderas Asturianas “Somos Tierra”. Y seguro que su mermelada le saldrá bien…

La quesera reinventada

Asturiana (Sariego) de 42 años, Yaiza Rimada creó la Quesería “La Saregana” en 2009 tras una vida familiar ganadera de generaciones. “El precio al que pagaban la leche no daba y tuvimos que reinventarnos”. Empezó elaborando yogures y requesón, y gustó. Mucho trabajo, la ayuda de su marido cuando su padre se jubiló y la pasión de quien ama su trabajo consolidaron una quimera sita en su pueblo natal que ahora oferta yogures naturales enteros y desnatados, con fresa, con lima-limón, con mandarina y con arándanos, además de quesos (Quesu del Duernu natural, con finas hierbas y Encarnau) y mantequillas tradicionales.
 
Toda la oferta de “La Saregana” es 100% natural y artesana, sin ningún tipo de aditivo artificial, en una línea de trabajo marcada por convicción. “Somos una pequeña empresa que mimamos de forma artesanal cada paso”. Desde la producción –la leche procede de vacas propias que inseminan y que alimentan de forma natural- hasta el empaquetado y la distribución, solo a pequeñas tiendas, restaurantes y mercados ecológicos en Gijón. “No vendo a grandes superficies. Si lo hiciera, me podría pasar lo que pasó con la leche”, razona. 

Ve con optimismo el futuro, “ya que cada vez está mejor visto el hecho de ser ganadero, y sobre todo ganadera. La mujer siempre ha estado en el campo pero ahora tiene más visibilidad”. “Los números salen, pero para ello yo soy la directora, la administrativa, la que ordeña y la que apaga la luz por la noche”, reconoce. “Aunque, si te gusta la naturaleza, no hay mejor trabajo”. Pasión.

La dama gallega del mar

Presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca) desde que se creara en 2016, Rita Míguez (Cesantes, Pontevedra, 1973) compagina el cargo con el de patrona mayor de Arcade (Pontevedra). Mariscadora de profesión, Míguez fue monaguillo antes que fraile, ocupando el cargo de patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Arcade y de presidenta de la Agrupación de Mariscadoras de la misma entidad. 

Míguez completa un impresionante currículum con, entre otros, el cargo de presidenta de la asociación de mariscadoras Vírgen del Carmen, por lo que se convierte en una interlocutora eficaz para entender la pesca en España y el papel de la mujer en el sector. Según datos de Anmupesca, en España trabajan en la pesca unas 60.000 personas de las cuales alrededor del 16% son mujeres. “Hemos permanecido invisibilizadas pero siempre hemos estado ahí, en la sombra y sumando como nadie. El mar sólo entiende de personas, y necesita que se le cuide y que se le respete”, explica.
 
El mar no entenderá de sexos pero la sociedad algo sí, y la gallega es consciente que “todo cambio social exige su tiempo y su concienciación. Es importante que primero seamos visibles, que se nos reconozca como protagonistas y que se conciencie que somos esenciales en este sector para que realmente se nos otorgue el papel que nos pertenece”, resume.

“Con algo de ayuda y mejoras, el futuro está asegurado”

Trabajan, trabajan y trabajan, y aprovechan foros como FéminAS o el pasado Encuentro de los Mares para alzar la voz y reivindicar. Las tres ven factible el futuro de su sector, en términos generales y en femeninos en particular, pero retocarían aquí y allá. Para la mariscadora, “el relevo generacional está asegurado si profesionalizamos el sector. Si conseguimos sueldos dignos y mejoramos la situación socio-laboral”. Mejoras que implican a la administración, a la que también interpela Velasco: “Para seguir manteniendo la ganadería sostenible, la vida en los pueblos, su biodiversidad y su calidad gastronómica es imprescindible la participación de los gobiernos mejorando carreteras, subvencionando proveedores (aquí llega el pescado puntualmente y a precios desorbitados) y permitiendo la cobertura de Internet. Solo con eso, se afianzaría más población”.

“La media de edad de las ganaderas está sobre los 30-40, pero hay desde los 16. Hay futuro y relevo generacional pero se les tiene que ayudar”, certifica la presidenta de Somos Tierra. Yaiza Rimada, miembro del colectivo asturiano, completa: “Con un poco de ayuda gubernamental y una concienciación de la calidad local mayor (“¿Por qué ir a comprar un queso a Francia si cerca hay quesos de igual calidad?”) esto va a ir funcionando”. FéminAS aportará su granito de arena. Y Velasco, Rimada y Míguez mostrarán su playa.